Susana Díaz pide «autocrítica» al PSOE tras el estrepitoso fracaso el 4M en Madrid

La secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz, ha tenido finalmente que claudicar y pedir a la ejecutiva federal el adelanto del proceso de primarias tras el incesante goteo de peticiones en este sentido por parte de los críticos con su gestión.

Así lo ha anunciado este jueves tras filtrar ayer la SER que la dirección nacional del PSOE había decidido fijar dichas primarias en junio.

A este respecto, Díaz ha explicado que envió ayer un mensaje a Pedro Sánchez, con el que no pudo hablar, y fue José Luis Ábalos, el número dos del PSOE, el que le devolvió la llamada. Y es que la ex presidenta conoció las intenciones de Ferraz a través de la prensa.

Díaz, que ha celebrado hoy una reunión extraordinaria de la ejecutiva andaluza, ha insistido en que se presentará a las primarias.

Eso sí, lamentó los «empujones» e «imposiciones» que se han venido registrando, en alusión a la actitud de los críticos, que han venido pidiendo de forma reiterada el adelanto de las primarias.

Por otro lado, ha pedido “autocrítica” a su partido tras el fuerte varapalo recibido este 4M en las urnas en Madrid, donde la formación ha sido incluso ‘sorpasada’ por Más Madrid en número de votos.

En su intervención en esa rueda de prensa, en la sede del PSOE-A en Sevilla, Susana Díaz ha querido trasladar «todo» el «apoyo» de la federación andaluza «a los socialistas madrileños, y en especial a Ángel Gabilondo», el candidato del PSOE en dichos comicios.

«Hay que establecer la mejor estrategia posible para recuperar el espacio y la confianza perdida, y tenemos que ser autocríticos», ha dicho Susana Díaz antes de considerar que «es muy triste para todos ver cómo en nuestro país está avanzando la derecha más xenófoba, machista, mas inhumana de toda Europa».

La dirigente socialista ha defendido que «lo que ocurre en Madrid comenzó hace dos años en Andalucía», y ha subrayado que ella misma advirtió «de lo peligroso que era el pacto del PP con Vox» tras las elecciones autonómicas de diciembre de 2018, y que eso suponía «blanquear a la ultraderecha».