Palos lucha contra las plagas con un plan de fumigación de árboles

El Ayuntamiento de Palos de la Frontera, a través de su Concejalía de Medio Ambiente,  ha puesto en marcha un plan de fumigación con el objetivo de prevenir la propagación de insectos como el picudo rojo. Se trata de una campaña recogida en el programa de control medioambiental de especies que el consistorio palermo ejecuta con diferentes actuaciones anuales como por ejemplo en el caso de la oruga procesionaria.

Durante todo este mes, operarios especializados aplicarán de manera preventiva un tratamiento fitosanitario compuesto por agua e insecticida a todas las palmeras del municipio. Con la ayuda de una grúa y un sistema de bombeo, el jardinero aplicará el producto de manera directa sobre la copa del árbol hasta rebosar por todo el tronco, protegiendo de esta forma la palmera.

Esta campaña de fumigación se realiza una vez ha finalizado el frío del invierno, con la llegada de la primavera, que proporciona temperaturas más suaves. Esto les permite ralentizar la actividad del picudo rojo y es más fácil poder controlar a este animal que puede acabar fácilmente con la palmera. Si no se realizan este tipo de actuaciones los daños producidos por el insecto destruyen a los ejemplares por completo, siendo entonces el único tratamiento para estos su arranque y destrucción por trituración.

El Ayuntamiento de Palos procede periódicamente al tratamiento de los más de 800 ejemplares de palmera existentes en nuestro municipio, además de cuidar estos ejemplares mediante labores de poda llevadas a cabo por profesionales.

Carmelo Romero, alcalde de la localidad, ha destacado el compromiso de su equipo de gobierno con el cuidado y respeto por el medio ambiente. “Desde el Ayuntamiento de Palos se llevan a cabo diferentes programas como “Planta tu árbol”, “Una Árbol cada día” o “Un nacimiento, un árbol” que buscan concienciar a la población sobre la importancia de cuidar el medio ambiente, obteniéndose un Palos más verde y bello”, añadía el edil.

Durante el mes de febrero, también se han llevado a cabo labores para combatir la oruga procesionaria que ataca de manera directa a los pinos. Esta especie puede ocasionar serios problemas a las zonas de pinares, como la defoliación de los ejemplares afectos. Un daño que generalmente no mata al árbol, pero si lo puede debilitar en gran medida facilitando así el ataque por parte de otros enemigos.