El Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad estima que un 15 por ciento de los españoles padecerá una enfermedad mental a lo largo de su vida y, aunque con un correcto diagnóstico la mayoría de estos trastornos son tratables.
Según los profesionales de atención primaria, muchos de los enfermos que acuden a consultan lo hacen por motivos relacionados a enfermedades mentales, si bien lo desconocen.
La falta de recursos, de inversiones y de investigación está repercutiendo en un peor conocimiento y control de las enfermedades mentales. Además en España existe una percepción errónea de cómo deben organizarse los recursos sanitarios.
La mayoría de estos pacientes requieren atención médica individualizada, además de otros tipo de cuidados, algo que es incompatible con el modelo actual de grandes hospitales y atención aguda.
Por otro lado, la falta de inversión retrasa el diagnóstico temprano, algo que se agrava en los pacientes infanto-juvenil. En este sector de población los pacientes sin diagnóstico alcanzan el 70%. Finalmente, otra de las reivindicaciones de los profesionales es la creación de una especialidad dirigida a los más jóvenes, pues presentan características singulares y hasta ahora están siendo tratados por profesionales dedicados a los adultos.