El talismán Zenobia permite al PAN abandonar el farolillo rojo (36-26)

El Pedro Alonso Niño de Moguer ha vuelto a sumar dos puntos de oro en su lucha por la salvación. Una victoria que, además, le sirve para abandonar el farolillo rojo de la clasificación.

Una vez más, los de Maxi Gutiérrez pusieron sobre la pista intensidad defensiva, con un Emilio Guerrero al que no se le puede toser. 41 por ciento de acierto para el arquero onubense, que demuestra el enorme nivel al que está rindiendo. Pero no fue la defensa lo único que sobresalió en el juego amarillo. El ataque también fue clave. Dani Podadera y Antoñito encajaron varios goles al contraataque y Sergio Cruzado, como es habitual en él, tiró de muñeca y anotó más de un tanto lejano; hasta nueve dianas consiguió el zurdo moguereño.

Así las cosas, el encuentro comenzó igualado en el primer parcial por ambos lados. Circunstancia que cambió a partir del segundo parcial, cuando los locales comenzaron a hacer su juego y se despegaron de su rival, el Ingenio. Cinco arriba al descanso y en el Zenobia se respiraba confianza y esperanza.

A la reanudación, intercambio de goles. Los canarios intentaban acercarse con su estrella, Novelle, haciendo de las suyas. Pero ahí estaba Emilio para parar el arreón visitante. El equipo amarillo se gustaba ante un rival espeso en ataque y a falta de nueve minutos para el final ya estaban nueve goles arriba.

Los últimos cinco minutos fueron para los menos habituales en el plantel. Fran bajo palos y otros jugadores como Salva Piosa o Felix Bross salieron a la pista y también cumplieron. Al final 36-26 y la sensación, cada vez más real, de que la salvación es posible. Así lo coreó la afición y así lo cree el equipo. Dos puntos más para seguir soñando y para dejar el farolillo rojo, que ahora ocupa Manzanares. La remontada es posible, sólo es cuestión de tiempo.