Cooperativa del Socorro de Rociana y Fundación Caja Rural del Sur colaboran en la consolidación del cooperativismo y el desarrollo rural

La Cooperativa Vitivinícola de Nuestra Señora del Socorro de Rociana del Condado (Huelva), dedicada a la producción, comercialización y distribución de vinos, ha firmado un acuerdo de colaboración con la Fundación Caja Rural del Sur para la consolidación y difusión del cooperativismo y la promoción del desarrollo rural.

En virtud del acuerdo suscrito por el presidente de la Fundación Caja Rural del Sur, José Luis García-Palacios Álvarez, y el de Bodegas del Socorro, Ceferino Martín, al que ha acompañado el responsable de administración de la cooperativa, José Luis Sánchez, la entidad financiera se compromete a colaborar con la cooperativa en aquellas acciones relacionadas con la formación y educación de sus socios en los principios cooperativos, en materias específicas de su actividad societaria o laboral, además de promocionar y difundir las relaciones intercooperativas.

Igualmente, la Fundación Caja Rural colaborará en acciones que contribuyan a mejorar la calidad de vida del entorno, el desarrollo comunitario y la protección ambiental, sobre todo las relacionadas con la modernización el sector agrario, el desarrollo rural y la elaboración de estudios y proyectos que contribuyan a ello.

De esta forma, la Fundación Caja Rural del Sur consolida su compromiso de apoyo a las empresas del sector vitivinícola, ofreciendo a Bodegas del Socorro soporte al objeto de facilitar el desempeño de su labor y alentar su competitividad y crecimiento para consolidar su apuesta por la creación de empleo y riqueza en su entorno.

La Cooperativa Vitivinícola Nuestra Señora del Socorro está amparada bajo la Denominación de Origen Condado de Huelva, una comarca que cuenta con una importantísima historia ligada a la producción de vino.

Fundada oficialmente en el año 1957, la cooperativa se ha convertido en una de las más importantes del Condado de Huelva, con 450 hectáreas y 250 socios, quienes con gran esmero hacen posible el cultivo de uvas blancas de la variedad autóctona Zalema y tintas, de las variedades Tempranillo y Syrah, para la elaboración de vinos de calidad embotellados bajo las marcas registradas Viñagamo, estandarte de las bodegas, El Gamo y Don Frede.