Almonte crece al son de sus compases cofrades

El salón de plenos del Ayuntamiento de Almonte fue testigo de la presentación del cartel anunciador y de la guía procesional de la semana santa que se avecina.

Rocío Espinosa, Alcaldesa de Almonte, y Manoli Díaz, Concejala de Cultura, expresaron su agradecimiento para con el colectivo de hermandades locales, quienes, a través de sus directivos, analizaron los principales elementos novedosos que presentarán las cofradías en sus respectivas estaciones de penitencia.

Guzmán Blanco, Presidente de la Hermandad Sacramental, subrayó la importante comunión existente entre el tejido cofrade y el Consistorio, consiguiéndose adelantos considerables en el modo de entender la semana santa local desde hace unos quince años hasta esta parte.

José Morales, Presidente de la Hermandad de El Cautivo, describió la semana cofrade almonteña como “un alma sensorial que toma cuerpo en la idiosincrasia local”. En este sentido, Morales quiso detallar la composición fotográfica que da forma al cartel de esta edición, al ser su hermandad, la encargada de reflejar la esencia cofrade almonteña. Daniel Castellano, tal y como apuntó el Presidente, es el autor de la composición, en la que elementos como la cruz de guía, el incienso o el propio paso de misterio acaparan el protagonismo, sin olvidar la imagen antigua de la Virgen del Rosario con un tocado de mantilla.

La Hermandad del Santísimo entierro de Cristo y María Santísima de la soledad, a través de su representante, Alejandro Pérez, destacó la importancia de la juventud en la tradición cofrade, e hizo un guiño al colectivo de grupos jóvenes que reman en pos de la semana santa.

Por su parte, José Antonio Romero, que hizo las veces de portavoz de la Hermandad de Nuestro padre Jesús del Gran Poder, incidió en los setenta y cinco años que cumple la propia hermandad, resaltando el logotipo “setenta y cinco años de silencio”, y fomentando la idea de “catequesis plástica”, en torno a la propia hermandad.

En última instancia, la Asociación Parroquial de La Piedad, a través de su máximo garante, Roberto Martín, quiso enfatizar el discurso cofrade en términos de “buena marcha, pero a fuego lento”.