Niebla, la historia contada a través de las paredes de su Castillo

Un día como hoy en 1810, las tropas napoleónicas capitaneadas por el duque de Aremberg hacían su entrada en la localidad de Niebla .

A partir de ese momento, la ciudad amurallada se convertía en la principal base francesa ara el control del extremo suroeste de la Peninsula, región de notable importancia en el desarrollo de la Guerra de la Independencia.

Hoy se cumplen concretamente 211 años de este suceso y Niebla sigue siendo uno de los puntos más destacado para explicar la historia.

Y no es de extrañar.

Esta ciudad milenaria a orillas del Tinto, y cuyo acceso vienen de la mano de un legendario puente romano, tienen un importante patrimonio cultural, seña de identidad y convertido a día de hoy en uno de los principales atractivos turísticos de la comarca.

El castillo de los Guzmanes, erigida en el siglo XV, huella perenne del paso del tiempo y lugar de transito para diferentes culturas es a día de hoy uno de los puntos para visitar y recrearte en plena época medieval.

Es en este lugar donde se identifica la marca a que dejaron los franceses con la voladura de la pared del patio de armas tras abandonar el edificio en 1812.

Por otro lado la muralla medieval islámica de la etapa prerromana. En sus orígenes, era una antigua estructura defensiva, escudo en las batallas.

Y La Iglesia Santa María de la Granada, antigua mezquita.

Así luce Niebla, sin duda, un lugar desde donde retroceder en el tiempo, detenerse y admirar su conservación.

Porque si de algo presumimos en el Condado es precisamente de Historia.