La semana próxima se desmonta la catedral gótica conmemorativa del Traslado de la Virgen del Rocío

Durante la próxima semana, comenzarán a retirarse los cientos de piezas que componen la catedral gótica instalada cada siete años con motivo de la Venida de la Virgen del Rocío a Almonte. Como novedad con respecto al anterior Traslado, ha incorporado luces led para disminuir el riesgo de calentamiento de la instalación y ahorrar consumo. Las aproximadamente 2.600 lámparas colocadas tenían en esta ocasión 0,5 vatios, treinta veces menos que hace siete años. El montaje eléctrico ha corrido a cargo de Iluminaciones Gómez.

El paso de la Patrona de Almonte en la mañana del 20 de agosto bajo sus bóvedas ha supuesto la culminación de una estructura que se instalará de nuevo en el mes de abril, con motivo de la Función de Iglesia del 5 de mayo -procesión de la Virgen vestida de Reina por las calles de la localidad- y la Ida, que tendrá lugar el 12 del mismo mes.

La catedral gótica construida en su mayor parte en madera forrada en papel de seda rizado de color blanco se inauguró el domingo 5 de agosto, con su primer encendido tras el último de los rosarios públicos organizado por la Hermandad Matriz. Situada en la plaza Virgen del Rocío, ha sido vista por miles de personas. Han colaborado para ver culminada esta obra decenas de mujeres en las tareas de forrado -ejecutadas durante más de tres meses-, y trabajadores municipales del área de Obras y Servicios, bajo la dirección de Juan María Hernández Acosta.

Sirvió aquel estreno para homenajear de manera póstuma al creador de esta composición, el genial carpintero y concejal Juan Antonio Acosta. La catedral realizada en estilo gótico tiene 60 metros de largo por 7,5 de ancho, ampliados a 10,5 en las dos portadas exteriores. Diseñada para la Venida de la Virgen de 2005, alcanza una altura máxima de 19 metros. Inspirada en las grandes catedrales europeas, dispone de una gran cúpula central y naves laterales. Destaca por el uso de vidrieras pintadas por Paco Anguita y columnas lisas hasta una altura de tres metros y medio para prevenir incendios fortuitos.