Los criadores de ganado marismeño han conseguido vender este año alrededor de 200 potros en Almonte, tras trasladar el ganado del Parque Nacional de Doñana, concretamente del entorno de la aldea del Rocío, hasta la citada localidad con la tradicional Saca de las Yeguas que se celebró el pasado martes, una actividad que realizan los almonteños desde hace 500 años.
No obstante, desde la asociación que conforman estos criadores lamentan ‘el bajo precio’ al que se han vendido estos equinos (sobre todo potros de entre uno y dos años) y que ha oscilado entre los 200 y 250 euros.
En declaraciones a Europa Press, Gregorio Maraver, secretario-ganadero de la citada asociación nacional, se ha mostrado satisfecho por la cantidad de ejemplares porque ha estado ‘aceptable’, no obstante no con los precios ‘tan bajos’, pero acepta que son las condiciones del mercado actual.
Hasta el recinto ganadero municipal habilitado para la estancia durante unos días de estos animales fueron trasladados alrededor de 1.100 cabezas entre potros y yeguas madres.
En otro orden de cosas, Maraver ha explicado que en la asamblea, que prevé celebrar la asociación después del verano, se van a estudiar varios puntos con el fin de mantener viva esta actividad centenaria. En este sentido, se ha referido al hecho de retirar sementales en el espacio natural (aislándolos en una parcela diferente) o controlar las cubriciones y que cubran en una determinada fecha para que los potros que se pongan a la venta tras la Saca de las Yeguas tengan una misma edad, y también porque el espacio es limitado, caben unas 1.800 cabezas entre ganado equino y vacuno, y está al 100 por cien.
En esta línea, ha remarcado que se trata de una medida que se tendría que tomar en consenso, indicando además que si en la asociación se trata otro tipo de salida comercial, pues ‘nos quedamos como estamos’.
Del mismo modo, ha asegurado que plantearán en la asamblea proponer a la Junta de Andalucía que condone los alquileres de las fincas donde pastan estos animales, también escasas de alimentación en estas fechas por la sequía, ya que con esta actividad ‘se ayuda a mantener un equilibrio’ y además que se trata de ‘la única raza que tiene que pagar por pastar’.
Maraver ha dejado claro que la asociación sigue impulsando esta actividad por tradición y no por cuestiones económicas ya que ‘con la venta de los potros no se financia el gasto que supone que pasten en este espacio estos animales durante todo el año’, y ha hecho hincapié en que no se puede comparar esta actividad con la de cualquier yeguada, ya que estos animales ‘sólo se ponen a la venta dos o tres días al año’.