Desde el momento que una historia pasa a ser relato surge la magia. Y eso es precisamente lo que Jhon, este peculiar cuentacuentos, ha querido hacer en Almonte. La tarde de ayer lo merecía, por ser 23 de abril, día del libro, y porque cualquier excusa siempre es buena para volar entre páginas.
La cita ha sido en la Biblioteca Municipal de Almonte, santuario para libros y lectores, pero los invitados eran muy muy especiales: los más pequeños.
Entre juego y letras, Jhon llevó a los oídos atentos que le escuchaban lejos de aquella sala sin moverse de sus asientos: ha sido la magia de las palabras. “La maleta mágica” es su espectáculo y en ella carga cada vez historias adecuadas a la edad de su público.
El libro y las bibliotecas, lo únicos lugares y objetos que no encierran sino nos abre a descubrir lo inimaginable. Y enganchan… tanto que sería imposible vivir sin ellos.