La centenaria Hermandad del Rocío de Moguer presentó el pasado sábado en el teatro Felipe Godínez el cartel anunciador de la Romería del Rocío 2011, obra del moguereño Alejandro Jiménez, un gran aficionado a la fotografía que ha elegido para la ocasión una bella instantánea del centenario camino de Moguer, donde cobra especial protagonismo el carretón del Simpecado, los bueyes y los boyeros, símbolos de una Hermandad que lleva surcando su camino desde hace cuatro siglos.
Junto al presidente de la Filial Manolo Morales estuvieron presentes en este emotivo acto el Alcalde de la localidad Juan José Volante, la concejal de Cultura Leticia Reyes y el propio autor del cartel, además de numerosos vecinos que no quisieron perderse uno de los actos que anuncian ya la llegada de la Romería de Pentecostés.
Para el primer mandatario local “la devoción rociera de los moguereños forma parte de nuestra particular idiosincrasia, y por ello desde el Ayuntamiento intentamos siempre en lo posible colaborar con la filial para que la peregrinación anual ante la Blanca Paloma se desarrolle con absoluta normalidad’.
Tras el develado del cartel, la Junta Directiva dio a conocer la revista cultural Albores que ilustra su contraportada con una bella instantánea obra de Teresa Domínguez. Se trata de una publicación impulsada por el grupo joven de la hermandad, que recopila poemas, fotografías, artículos y noticias en los que se condensan todo un año de actividad rociera en la ciudad del Tinto.
En este mismo acto, que cerró con brillantez el cantaor Antonio ‘El del Cruce’, la Junta Directiva presentó el díptico de cultos, que ilustra en su edición de 2011 una imagen de Francisco Javier Piosa.
Ahora ya sólo queda esperar a la misa de romeros en la mañana del 9 de junio para adentrarnos en el camino que llevará a Moguer y a su Hermandad a la aldea almonteña. Sin duda hablar de la filial moguereña en el Rocío es hablar de tradiciones y sentimientos que se remontan cientos de años en el tiempo, y que forman parte de su identidad como pueblo. Pero la historia no se alimenta solo de recuerdo, hay que seguir escribiéndola entre todos, por eso es fundamental que cada peregrino colabore con su Hermandad dando ejemplo de convivencia, respeto y señorío, para conseguir así que el nombre de Moguer se siga escribiendo en mayúsculas en el real del Rocío.