Desde hace una semanas, los balcones de una calle de Bollullos sostienen una protesta en sus barrotes.
El lema: “Yo vivo en la calle Calvario”. Y es que sus vecinos están en pie de guerra. La causa, el cambio de nombre de la propia calle. según subrayan, un cambio de nomenclatura sin consentimiento ni información alguna.
Y todo se remonta a un Pleno del Ayuntamiento celebrado en plena Pandemia.
Los vecinos consideran que es un homenaje justo y merecido a la figura del bollullero Antonio Iglesias Mairena, pero de la misma forma, insisten en que se pueden buscar otros lugares o emplazamientos para tal reconocimiento.
Hasta el momento, pasa el tiempo y no hay ni un paso atrás ni tampoco respuesta.
En la calle, y a través de sus vecinos, las propuestas para revertir tal acción, son diversas.
Una calle entera en continuo movimiento reivindicativo.
Y todo por un deseo común: volver a ser La Calle Calvario, tal y como lo ha sido durante casi 300 años.