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Suspendida la Romería del Rocío por la pandemia de COVID-19

La evolución de la pandemia hacía presagiar lo peor. Ante la crisis sanitaria provocada por la enfermedad COVID-19, y ante la falta de una previsión de cuándo va a mejorar la situación, la Hermandad Matriz ha suspendido la Romería del Rocío de este año, además de cancelar los actos previos programados en Almonte, empezando por el cabildo de elección de Hermano Mayor del Domingo de Resurrección, la Asamblea General de Presidentes y Hermanos Mayores del día 19 de abril.

También se han visto suspendidos los actos proyectados para el mes de mayo, con la procesión de la Santísima Virgen por sus calles, el día 17 o el regreso a la aldea del Rocío, el día 24 de este mismo mes.

Así lo ha comunicado el presidente, Santiago Padilla, a través de una carta en la que expresa que esta determinación se toma “con profundo dolor”, ya que consideran “la máxima prioridad que en estos momentos debe constituir el único motivo de atención y preocupación de todos, la salud”.

La decisión ha sido aprobada tras haber sido muy meditada, ya que, prosigue el presidente, “ahora mismo somos incapaces de predecir el futuro: ¿cuánto tiempo durará la pandemia?, ¿hasta cuándo se prolongarán las medidas restrictivas preventivas como está ocurriendo en China, más allá de la situación del Estado de Alarma, que no permitan la convocatoria de citas masivas? o ¿cómo estará la economía de las personas y de las instituciones después de esta pandemia?”.

Sobre barajar otras fechas, la Matriz de Almonte no ha dicho nada al respecto, porque no quieren aventurar nada en estos momentos, y esperarán a tener “una visión más completa del final de esta crisis inédita y desconocida”.

De esta manera, la Hermandad Matriz encomienda a todos a ofrecer “este sacrificio tan importante por todas las personas que ya están sufriendo en la primera línea de batalla las consecuencias de esta pandemia” y a unirse en la oración hacia la Virgen del Rocío, “para que interceda ante el Altísimo y sea nuestra principal fuente de fortaleza y de consuelo”, concluyendo con un emocionado “¡Viva la Virgen del Rocío!”