Con la pandemia en plena lucha diaria y con la inexistencia por parte de las autoridades de un protocolo específico para el reinicio de la competición, el Smurfit Kappa La Palma FS ha iniciado la vuelta a los entrenamientos con una particular pretemporada escalonada para ir retomando la dinámica en vista y espera de las fechas para el comienzo de la temporada en el Grupo 17º de Tercera División. El reciente nuevo técnico Jorge Guerra que vuelve a su casa para dirigir la nave palmerina tendrá la difícil tarea de planificar una campaña que será atípica.
Gracias a la posibilidad por parte de la Real Federación Andaluza, de la existencia de un protocolo sanitario de la vuelta de entrenamientos y la intervención de la Concejalía de Deportes del Ayuntamiento de La Palma del Condado, el Smurfit Kappa ha podido echar a rodar el balón sobre el Pabellón Municipal de La Palma del Condado en este mes de septiembre. Con numerosas medidas preventivas (registro asistentes, toma de temperatura, desinfección de calzado, material deportivo, dispensadores de gel higienizante en las instalaciones, limpieza de instalaciones y vestuarios) el club palmerino ha tenido que adaptarse a esta “nueva normalidad” para arrancar un ilusionante proyecto que este año tendrá la novedad de Jorge Guerra y la incorporación de un segundo entrenador como Jacobo Valero en el banquillo y la llegada de cinco fichajes contrastados como Alberto Guerra que proviene del Dos Hermanas FS de 2ºB, Carlos Kinty del San Juan Futsal; Diego Luis, Candy e Iván Pinto desde el Villalba FS. Estos cinco, se unirán al bloque que ha continuado año tras año en Tercera con Jesús Martínez, y que tendrán que pelear y convencer al cuerpo técnico por completar las quince fichas disponibles.
Una temporada que no tiene fecha por el momento, a la espera de un protocolo que la Federación Española debe aprobar con el Comité Superior de Deportes para la vuelta a las competiciones nacionales y federadas. Una competición que este año, hasta el momento, la única noticia es el sistema de liga, que se conoce es que se hará por dos subgrupos divididos en dos fases de competición, pendiente de votación si realizará por proximidad geográfica o por sistema de cremallera (en función de la clasificación de la temporada pasada). Tras una primera fase de competición, los cuatro primeros del subgrupo se clasificarán para pelear por el ascenso frente al otro subgrupo, mientras que los cuatro restantes pelearán por no descender a la categoría provincial. Un sistema mucho más corto, que una liga regular y atractivo para ver quiénes serán los dos aspirantes en la comarca andaluza que logren ascender a Segunda B.
Con el paso de las semanas, el Smurfit Kappa también irá incorporando con cautela la vuelta a entrenamientos de los canteranos en sus categorías más superiores, con el mismo protocolo y
la misma exigencia que se está llevando con el equipo senior.