Vino, gastronomía y cultura de los dos lados del Atlántico se unían en un trinomio único y singular en la segunda edición de la Noche Enogastronómica de Rociana. El patio de Bodegas Contreras-Ruiz se hacía, una vez más, con vecinos llegados de toda la provincia, en una edición dedicada al 525 aniversario del encuentro entre dos mundos.
La cena-maridaje a cargo del restaurante onubense Puro Chup Chup y los caldos de la bodega anfitriona, eran continuos guiños hacia nuestra capitalidad gastronómica y la riqueza de Iberoamérica.
Doscientas personas que pudieron viajar por algunos momentos a países como Cuba o Argentina, y que disfrutaron de los cantes de ida y vuelta de “Palo Dulce”, y de danzas iberoamericanas.
Todo un lujo de noche a la que también acompañó el tiempo y que hizo magia de nuestros tesoros: la gastronomía y los caldos del Condado.