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Protegen más de un centenar de nidos en la provincia para la conservación del aguilucho cenizo

La Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente mantiene ‘una estrecha’ colaboración con agricultores y propietarios de cultivos de cereal en Huelva para la preservación del aguilucho cenizo (Cyrcus pygargus) durante la temporada de cría de la especie. De este modo, gracias a esta iniciativa y al alto grado de aceptación entre el sector, en la provincia se vela por un total de 108 nidos dentro del programa de conservación de aves esteparias promovido por la Junta de Andalucía con el objetivo de ‘reforzar las poblaciones de estas especies en la comunidad autónoma y compatibilizar las actividades agrarias con la protección del medio natural’.

Según han informado desde este departamento, estas actuaciones, que en Huelva abarcan a los términos municipales de Trigueros, Beas, San Juan del Puerto, Moguer, Rociana del Condado, Niebla, Villarrasa, La Palma del Condado, Villalba del Alcor, Manzanilla, Escacena del Campo y Paterna del Campo, favorecieron en 2012, pese a la escasez de precipitaciones que afectó al crecimiento de los cereales, el vuelo de diez pollos de aguilucho cenizo.

De ellos, nueve lo hicieron tras una crianza controlada realizada en el Centro de Recuperación de Especies Amenazadas y de Gestión del Medio Marino Andaluz (CREA-CEGMA) ‘Marismas del Odiel’. En 2011, con unas condiciones climatológicas más favorables, la cifra fue de 55.

Huelva ocupa un espacio destacado dentro de este plan. Los 108 nidos que se manejan en la provincia onubense equivalen al 44,8 por ciento del total que se sigue en el resto de Andalucía, sobre todo, en Jaén y en la zona occidental de Sevilla, sin olvidar también una cierta densidad en las áreas septentrionales de Málaga y Cádiz y en gran parte del litoral gaditano. En toda la región se trabaja de cerca con 241 nidos (el 40 por ciento de los 590 localizados en la comunidad) de esta ave rapaz que se distribuye de forma continua por el Valle del Guadalquivir y que utiliza los cultivos de cereales como principal hábitat de cría.

En esta línea, las medidas llevadas a cabo para la preservación del aguilucho cenizo, especie catalogada como vulnerable, van desde el abandono de rodales sin cosechar alrededor de los nidos (83,4 por ciento), el retraso de la fecha de recolección hasta que vuelen los pollos (13,7 por ciento), la compra parcial de cosechas (2,9 por ciento), la instalación de cercados antidepredación (2,5 por ciento), traslados de los nidos a cultivos colindantes (2,5 por ciento) y el rescate de pollos y huevos que hayan quedado desprotegidos para su traslado a los CREA de la Junta de Andalucía (4,9 por ciento).

Estas actuaciones se materializan no sólo en el seguimiento de la población, el manejo de nidos y la retirada momentánea de la pollada mientras se cosecha la parcela, sino también en el arrendamiento de terrenos, seguros para retrasar la cosecha, compra de cosecha antes de que se recoja o acuerdos con particulares para el manejo del cultivo y control de la depredación. Algo a lo que se unen campañas de sensibilización dirigidas, en especial, a agricultores para que participen en acciones de buenas prácticas.

Todo ello, según ha expuesto la delegada territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Carmen Lloret, se antoja ‘imprescindible’ para la supervivencia de la especie, ya que ‘las principales causas de fracaso reproductivo guardan una estrecha relación con la destrucción de nidos al ser atropellados por las cosechadoras y la depredación de los mismos’.

El programa para la preservación del aguilucho cenizo en Andalucía, puesto en marcha en 2004 por la Junta y cofinanciado por la Unión Europea, ha logrado así que las poblaciones de esta especie no sólo se estabilicen, sino que, además, experimenten un ligero crecimiento en la región. Un punto en el que hay que recordar que se trata de una rapaz de tamaño mediano que visita la Península Ibérica para reproducirse, un ciclo que se desarrolla entre los meses de marzo y julio y cubierto de manera íntegra por los trabajos de campo de este plan de conservación.

CONSERVACIÓN DE AVES ESTEPARIAS

Esta iniciativa se enmarca en el Plan de Conservación de Aves Esteparias puesto en marcha en 2004 por la Junta de Andalucía para preservar sus poblaciones. La comunidad autónoma alberga en la actualidad 25 especies diferentes de aves esteparias, de las cuales 15 se encuentran amenazadas, encabezadas por la avutarda, catalogada en peligro de extinción, seguida de la alondra de dupont o ricotí y el aguilucho cenizo, vulnerables a la extinción. Estas aves tienen su hábitat natural en las estepas y campiñas de la región, superficies llanas o levemente onduladas sin apenas arbolado y con predominio de cultivos herbáceos, sobre todo, cereales. La preservación y mejora de estos espacios es esencial para garantizar la subsistencia de estas especies.

Por ello, uno de los pilares básicos del programa de conservación de las esteparias es contar con ‘el compromiso y apoyo de los agricultores, ganaderos y propietarios de fincas para la mejora de estos enclaves, en general, y de las condiciones de vida de estas aves, en particular’. La meta que se marca la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, como subraya la delegada territorial en Huelva, Carmen Lloret, es trabajar de forma conjunta con el sector por una agricultura sostenible que garantice la biodiversidad y la compatibilidad con el aprovechamiento económico.