Prisión incondicional para la joven de Almonte que iba a unirse al Estado Islámico

Colaboración con organización terrorista y desplazamiento a zona de conflicto en grado de tentativa. Estos son los delitos que el titular del Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, le imputa a Mari Ángeles Cala, la joven almonteña detenida el martes en el aeropuerto de Madrid  cuando supuestamente trataba de volar hasta Turquía, para desde allí alcanzar la frontera con Siria y unirse al Estado Islámico.

Tras escuchar su declaración, el juez ha decretado para la chica, prisión incondicional, aunque ella ha mantenido que su intención era viajar a Turquía para estudiar. La detenida también ha explicado al juez que se convirtió al islam hace un año y se tuvo que marchar luego de casa de sus padres porque le instaron a irse si no dejaba esa religión.

Aunque el entorno de la joven conocía su conversión, desconocía el radicalismo que los investigadores aseguran que se esconde tras la misma. Y es que, según los investigadores, la almonteña habría sufrido un ‘adoctrinamiento exprés’, un fenómeno común desde la irrupción de las nuevas tecnologías en los procesos de captación que se da especialmente en personas jóvenes, quienes en cuestión de semanas pueden pasar de llevar una vida normal a querer dejarlo todo por hacer la yihad.

Según fuentes policiales, frecuentaba foros de Internet en los que se realizaba apología del yihadismo y ‘mantenía contactos con miembros radicales del Estado Islámico’.

Mari Ángeles, como muchas otras chicas occidentales de su edad, esperaba unirse al Estado Islámico y convertirse en ‘esposa’ de un combatiente yihadista, un eufemismo utilizado por la propaganda islamista para esconder su verdadero fin: convertirse en una esclava sexual.

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