Este Rocío Chico, aunque no sea año de traslado, se volverán a escuchar salvas de escopetas. Una iniciativa promovida por la Asociación de Trabuqueros de Almonte, desde el día 16 de agosto donde devoción y tradición se fusionarán con las salvas en honor a la Virgen del Rocío.
La tradición de realizar salvas tiene su origen en los históricos traslados de la Virgen al pueblo de Almonte y, este año, la Asociación de Trabuqueros ha decidido reavivar esta costumbre durante la cita agosteña. Comenzarán 30 minutos antes del inicio del Tríduo, con ráfagas de disparos que se coordinarán con los toques de campanas previos a la misa.
Además, unos 10 ó 15 minutos después de la finalización de la eucaristía, las ráfagas de culminación cerrarán cada jornada. El día 18 de agosto, durante el rezo del Rosario, en la medianoche, las salvas anunciarán la llegada del simpecado de la Hermandad Matriz.
Esta iniciativa se prolongará hasta el 19 de agosto, día central del Rocío Chico, durante la Función del Voto. Con ráfagas de salvas celebrarán la salida y entrada de la procesión eucarística que tendrá lugar a continuación de la misa, reforzando así la solemnidad de este acto tan significativo.
Para garantizar la seguridad de todos, se habilitará una zona de tiro específica frente a la ermita, en la zona más próxima a la calle Moguer. Dependiendo de la concurrencia de personas, esta zona también podría ubicarse entre el pocito de la Virgen y el paseo marismeño. Durante la noche del Rosario, se habilitarán dos zonas adicionales: una frente a la Hermandad de Triana y otra en la plaza de Doñana, frente a la calle Camaristas.