A la lista de proyectos inacabados se suman dos de vital importancia, los de las estaciones depuradoras de aguas residuales de Bollullos y Almonte. Según publica hoy un medio local, estas infraestructuras continúan sin estar en funcionamiento por el último enfrentamiento que mantienen las administraciones autonómica y central.
Fuentes del Gobierno Central aseguran que cuando se ejecutó el traspaso de competencias sólo restaba hacer frente a una inversión cercana a los 150.000 euros, coste que según el Ejecutivo, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir se encontraba en perfectas condiciones de asumir.
El problema radica, según el Gobierno, en la deuda que aún mantendría la Junta de Andalucía con la empresa constructora, una filial del grupo Abengoa. Así, es el impago de dos millones de euros lo que mantiene paralizada las EDAR de Almonte y Bollullos.
Ante esta situación, la Cuenca Hidrográfica del Guadalquivir habría iniciado ya una ronda de negociaciones que tiene como fin subrogar el contrato para rematar la obra y poner en servicio de inmediato ambas depuradoras. Ello, sin perjudicar, dicen, las negociaciones que pueda mantener el contratista con la Junta para el cobro de las modificaciones del proyecto ejecutadas cuando gozaba de las competencias.
Toda esta polémica llega a raíz del fallo del Tribunal Constitucional de anular el artículo 51 del Estatuto de Autonomía mediante el cual el Ejecutivo andaluz poseía las competencias exclusivas sobre las aguas de la Cuenca del Guadalquivir.
Tres municipios, Almonte, Bollullos y Rociana con una población total asciende a más de 38.000 habitantes dependen de estas infraestructuras.