Aunque La Palma no es una localidad que se encuentre en la zona de riesgo por la enfermedad llamada ‘Fiebre del Nilo’, el Ayuntamiento palmerino ha establecido un plan de control de mosquitos para prevenir contagios de esta patología. Se trata de un tratamiento preventivo que se realiza ante brotes aparecidos en municipios cercanos, pero el propio consistorio hace un llamamiento a la tranquilidad.
El alcalde del municipio, Manuel García Félix, ha anunciado que cada quince días volverán a repetirse estas actuaciones de prevención, que se unirán a las tareas de limpieza y desinfección con motivo de la pandemia de COVID-19.
Los servicios de control de plagas están incidiendo, sobre todo en zonas con mucha vegetación y zonas húmedas mediante dos tipos de tratamiento, la primera con una mochila fumigadora, y la segunda con una pequeña autobomba.
Los trabajos han sido llevados a cabo por una empresa local especializada, ya que el propio consistorio quiere contar con todos los certificados y la seguridad para una tarea complicada, y pide paciencia a la ciudadanía y que tenga especial cuidado con los pequeños.