La ermita de San Sebastián se convierte, un año más en la semana intermedia de la Cuaresma, en el templo palmerino del encuentro cofrade.
La Hermandad del Cristo del Perdón se encuentra inmersa en la celebración del quinario a sus titulares. Son momentos para la oración y el reencuentro, sobre todo de aquellos mayores que lucharon por engrandecer a su corporación en épocas pasadas.
Las gradas con los candeleros iluminando a las dos imágenes salidas del taller de Duarte, el Cristo del Perdón y la Virgen de la Amargura, marcan uno de los principales momentos de dicha cofradía, con importantes novedades, como el dosel realizado a partir de los antiguos respiraderos del paso del Señor, o la ya conocida imagen del Cristo con corona de espinas y potencias, siendo este el primer quinario en el que porta dichos atributos.
Con todo ello, el próximo domingo por la mañana será la Función Principal de Instituto, mientras que por la tarde, los devotos que lo deseen, podrán contemplar un poco más cerca a la Virgen de la Amargura, que estará expuesta en veneración extraordinaria.