La Matriz celebra la sabatina de junio en honor a los aniversarios del patronazgo de la virgen y de la visita de Juan Pablo II al Rocío

La sabatina que la Hermandad Matriz de Almonte celebra el último sábado del mes ha tomado un matiz conmemorativo en junio. El 360 aniversario del patronazgo de la Virgen del Rocío sobre Almonte y los 20 años de la visita del papa Juan Pablo II estuvieron presentes en esta eucaristía celebrada en la noche del sábado en el santuario de la aldea.

Veinte años hace que el pontífice Juan Pablo II pronunciara aquellas palabras en las que animaba a todo el mundo a ser rociero. Cuatro lustros han pasado ya de ese mensaje que universalizó, aun más si cabe una romería que ha traspasado todo tipo de fronteras. Sin duda, la visita del Papa en aquel 1993 marcó un antes y un después para la romería del Rocío.

Por este motivo, recalaron en el santuario del Rocío unas reliquias del pontífice, y ya Beato, Juan Pablo II que fueron veneradas al finalizar la sabatina de junio. Una eucaristía en la que no sólo se conmemoraba este aniversario, sino también los 360 años que la Virgen del Rocío lleva siendo patrona de la localidad. No obstante, y siendo la sabatina un 29 de junio, también el patrón estuvo muy presente en esta jornada conmemorativa, en la que la capilla musical corrió a cargo de la Escolanía del Valle de los Caídos.

Finalmente, la actual Junta de Gobierno también tenía su propia efemérides que celebrar y es que se cumplían ya dos años desde la toma de posesión de sus miembros. Alcanzan así la mitad de la legislatura en la que la Junta ha vivido intensamente los traslados de la Virgen del Rocío, tanto para ir a Almonte como para regresar a la aldea, el año Jubilar y los preparativos del inminente bicentenario del voto del Rocío Chico.