La Hermandad del Rocío de Rociana ha disfrutado de su potaje rociero en su XXXVIII edición

El otoño trae consigo los primeros fríos de esta nueva temporada. Para entrar en calor, la alimentación es fundamental. Por ello,  el plato estrella de esta época del año suele ser un buen potaje de garbanzos. La cazuela del Condado cuenta con algunas de las mejores materias primas.

La receta tradicional lleva, garbanzos, patatas, zanahorias, un par de dientes de ajo y una hoja de laurel, junto a la carne de cerdo, el chorizo y la morcilla.
Pero este fin de semana, esta receta tradicional de potaje, ha sido alterada. Además de estos ingredientes, Rociana ha podido disfrutar de un potaje rociero organizado por la Hermandad del Rocío del municipio. Este evento ha cumplido en esta ocasión treinta y ocho ediciones.

Se trata de una de las citas marcadas en rojo en el calendario de todos los hermanos y hermanas de la propia hermandad, junto a vecinos, y un gran numero de visitantes.

Del mismo modo, cabe destacar, que los fondos recaudados de esta tradicional quedada, irán destinados a la creación de unos salones parroquiales. Una obra social en la que la hermandad se ha sumergido.Además del potaje, el plato fuerte de esta jornada han sido el bingo, y diversas actuaciones musicales con un marcado cariz rociero.

En resumen, un almuerzo de convivencia, donde en el plato también resaltan ingredientes como la devoción, el sentimiento rociero, y el concepto de hermandad.