La junta de gobierno de la Real Hermandad de Emigrantes de Nuestra Señora del Rocío de Huelva, presidida por José Francisco Garrido Cruzado, ha designado al almonteño Juan Ignacio Reales Espina como exaltador de la Navidad de este año. El acto tendrá lugar en la catedral de Huelva el próximo 20 de diciembre, a las 21:00 horas.
Juan Ignacio Reales, natural de Almonte, ha sido una figura destacada en el mundo rociero, habiendo presidido durante ocho años la Hermandad Matriz. Además, ha desempeñado diversos cargos en la misma, como vicepresidente primero, secretario y fiscal.
Casado y padre de dos hijas, es doctor en Derecho y profesor de Derecho Civil en la Universidad Hispalense. Su devoción por el Rocío lo ha llevado a ser pregonero en varias hermandades y autor de libros sobre la historia del Rocío y la Hermandad Matriz. También ha participado en numerosos congresos y jornadas sobre la devoción y la historia del Rocío, y es cofrade, antiguo alumno salesiano, y devoto de María Auxiliadora y San Juan Bosco.
Actualmente, Reales está inmerso en la preparación de la coronación de la Virgen del Rocío de la Redención, un evento que se celebrará el 5 de julio bajo la presidencia del arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, uniendo aún más el mundo cofrade y rociero.
Reales ha expresado su alegría y agradecimiento hacia la Hermandad de Emigrantes, destacando el especial vínculo que siempre ha sentido con ella. Cabe recordar que en su fundación participaron muchos almonteños, y su tío, Luis Espina, fue designado director espiritual de la corporación en 1918 y 1919, tomando parte en la histórica magna celebrada en Huelva.
En su mensaje, Juan Ignacio Reales busca transmitir el verdadero sentido de la Navidad, recordando a los cristianos la encarnación del Hijo de Dios en la Virgen María, a pesar de las distracciones actuales.
La junta de gobierno de la Real Hermandad de Emigrantes de Nuestra Señora del Rocío de Huelva felicita a Juan Ignacio Reales por este nombramiento y expresa su confianza en que sus palabras resonarán con fuerza en el corazón de todos los presentes.