El Catedrático de Organización de Empresas de la Universidad de Huelva, Alfonso Vargas, ha publicado el libro titulado ‘El turismo en la provincia de Huelva: De dónde venimos, dónde estamos y ¿hacia dónde queremos ir?. El observatorio que nunca existió’, en el que muestra un exhaustivo análisis sobre la evolución del turismo en la provincia de Huelva desde los orígenes hasta la actualidad y propone una serie de líneas de actuación para la mejora de este sector en el futuro, basadas en la gestión.
Vargas considera que es prioritario ‘definir un modelo turístico concreto para la provincia’ y, la determinación de ese modelo, ‘debería ir pareja a la creación de un ente gestor del destino, que trascienda el modelo actual centrado en la promoción’. Esto es –lo que a su juicio– ‘la provincia necesita para consolidarse como destino turístico, es decir, unas bases sólidas, unas ideas claras acerca del tipo de turismo que se desea atraer y las propuestas de valor diferencial que va a presentar a cada segmento de mercado, con base en nuestros recursos y capacidades’. En definitiva, resume ‘una estrategia que permita avanzar conforme una hoja de ruta, flexible, revisable, pero que provea orientación: saber qué buscamos y por qué lo hacemos en cada momento’. En una fase posterior, ha explicado, se plantearía la creación de un ente gestor de la marca e imagen de Huelva, del que el turismo formaría parte.
El estudio realizado por Vargas en esta publicación arroja que ‘la provincia cuenta con muchos recursos pero con pocos productos con capacidad para movilizar al turista e influir en su decisión de compra. Con todo, el deterioro de algunos recursos clave como las playas de ciertos enclaves resulta preocupante’.
Según una encuesta en realizada por el autor para este trabajo de investigación, ‘la gastronomía ha sido señalada como el recurso que debería constituir el eje principal de la promoción turística de la ciudad de Huelva’. Dicha encuesta apunta elementos atrayentes y disuasorios para el turismo en Huelva, así como su dimensión más diferenciadora: la ambiental.
Como atributos más atrayentes se han señalado el clima, la gastronomía y las gentes, destacando su hospitalidad y forma de vida. Por el contrario, como atributos disuasorios han apuntado el transporte, la cultura y el ocio o los servicios públicos.