La empresa que gestiona el campo de golf de Matalascañas mantiene que cerrará sus puertas hasta que se garantice el agua de calidad.
Así lo ha anunciado hoy el presidente de la empresa, que ha insistido en que es el ayuntamiento de Almonte el responsable del problema. Es más, López Casas asegura que la propia Junta de Andalucía lo reconoce así.
El concejal de playas, Miguel Espina, aseguró ayer que la calidad del agua es óptima y, si no está en buen estado, es por la falta de cuidado por parte de la empresa. López Casas ha desmentido esta cuestión. Además, ha recalcado que la mala calidad del agua le ha hecho perder un 40% de jugadores en la temporada estival.
Según el ayuntamiento, esta pérdida puede deberse a la anulación de los abonos, que encareció el precio de las salidas.
En este sentido, aquellos que originalmente tenían su abono podían jugar por 13 euros. Una cantidad que el presidente considera bastante asequible en el mercado.
SI no se llega a una solución, el campo de golf cerrará sus puertas el próximo 2 de noviembre. De ser así, una decena de personas perderán su puesto de trabajo.