El presidente andaluz, José Antonio Griñán, ha asegurado este martes tras comunicar al Consejo de Gobierno su renuncia al cargo, que toma esta decisión para propiciar un ‘cambio generacional’ en la Junta ‘que sintonice mejor con la sociedad de hoy’ y para ‘preservar’ al Ejecutivo autonómico de la ‘erosión’ y el ‘daño’ que ha causado a su imagen el hecho de que el debate público haya estado ‘monopolizado’ en los últimos meses por su posible relación con el caso de ERE fraudulentos.
En este sentido, Griñán no contempla, en absoluto, su imputación porque los informes de la Intervención General de la Junta ‘no conducen’ a ninguna actuación de la Consejería de Economía y Hacienda, de la que él era titular antes de ser presidente, asegurando que dicho departamento ha actuado siempre conforme a ‘la total legalidad’.
Respecto a su futuro político, Griñán ha manifestado que seguirá siendo presidente del PSOE y secretario general del PSOE-A en la Conferencia Política que los socialistas celebrarán en otoño. A partir de ahí, ‘ya se verá cómo evolucionan los acontecimientos’. Ha indicado que dichos cargos ‘razonan suficientemente’ su presencia tanto en el Parlamento andaluz como en el Senado.
El ex presidente se ha querido despedir además rindiendo cuentas a la ciudadanía, de manera que ha entregado a los medios de comunicación su declaración patrimonial de bienes de 2009 y la de 2012. Su patrimonio, dice es el mismo que tenía antes de llegar al ejecutivo.
Además, durante su comparecencia pública en el Palacio de San Telmo, Griñán, no ha ocultado que en su renuncia han influido también factores personales y familiares, que le han obligado a ‘acelerar los tiempos’.