Manzanilla pone fin a un problema ciudadano y una demanda social efectuada hace años.
Tras la búsqueda de soluciones durante varios meses, el rebaño de cabras del ganadero Manuel Vargas, será traslado a un corral fuera del casco urbano. Una acción que ha sido positivamente acogida por todos los vecinos.
El traslado de este rebaño a otra nave más acondicionada y mejorada, alejada de las calles de la localidad, pone fin aun problema de salubridad que se veía intensificado durante los meses de calor.
Las casi 400 cabras de raza costeña ya cuenta con un lugar más adaptado para que se siga desarrollando su labor.
Una labor tradicional que se ha ido heredando en generación en generación. Ahora el pastoreo propio de esta zona, lucha por sobrevivir al paso del tiempo. Una meta fijada en su trabajo diario que ha sido capaz de adaptarse a los cambios propios de las nuevas generaciones.