ETA ha declarado, a través de los diarios Gara y Berria, un cese definitivo de su actividad armada y ha realizado un llamamiento a los Estados español y francés a “abrir un diálogo directo” para resolver “las consecuencias del conflicto” y llegar a “superar la confrontación armada”.
La banda, que se autodenomina en el comunicado como “organización socialista revolucionaria vasca de liberación nacional”, afirma que la Conferencia Internacional de Paz celebrada en el palacio de Aiete “es una iniciativa de gran trascendencia política” y la declaración acordada en el encuentro “reúne los ingredientes para una solución integral del conflicto y cuenta con el apoyo de amplios sectores de la sociedad vasca y de la comunidad internacional”.
En aquella declaración realizada por seis líderes internacionales encabezados por el ex secretario general de la ONU, Kofi Annan, se les pedía este “cese definitivo de la violencia” y a los gobiernos de España y Francia que lo aceptasen abriendo un nuevo diálogo para abordar “exclusivamente las consecuencias del conflicto”.
Por “consecuencias del conflicto”, ETA se refiere a los presos –que exigen al Gobierno una “amnistía completa”–, la repatriación de los etarras fugados en Francia y Sudamérica, así como cuestiones militares como el desarme y el desmantelamiento de sus “estructuras militares”.
Además, en esa declaración de San Sebastián también se establecía otros puntos sobre los ETA no habla expresamente en su comunicado como es el llamamiento a “adoptar pasos profundos para avanzar en la reconciliación, reconocer, compensar y asistir a todas las víctimas, reconocer el dolor causado y ayudar a sanar las heridas personales y sociales”. Esta aspiración persigue la igualación de las víctimas del terrorismo etarra con las víctimas causadas por los abusos policiales, un extremo que es rechazado de plano los colectivos de damnificados de ETA.
Como cuarto punto, los líderes internacionales reunido en el Palacio de Aiete sugerían a “los actores no violentos y representantes políticos que se reúnan y discutan cuestiones políticas así como otras relacionadas al respecto, con consulta a la ciudadanía”. Los primeros análisis de las fuerzas de seguridad ante esta declaración interpretaron en esta afirmación la insistencia de establecer una mesa de partidos introduciendo otros agentes sociales para abordar cuestiones políticas, incluyendo la autodeterminación.
NO ANUNCIA SU DISOLUCIÓN
ETA, en su comunicado de hoy en el que no anuncia su disolución, afirma que “en Euskal Herria se está abriendo un nuevo tiempo político”. “Estamos ante una oportunidad histórica para dar
una solución justa y democrática al secular conflicto político”, asevera la banda.
Por ello, afirma que, “frente a la violencia y la represión, el diálogo y el acuerdo deben caracterizar el nuevo ciclo”. “El reconocimiento de Euskal Herria y el respeto a la voluntad popular deben prevalecer sobre la imposición. Ése es el deseo de la mayoría de la ciudadanía vasca”, manifiesta.
En este sentido, apunta que “la lucha de largos años ha creado esta oportunidad” y el camino “no ha sido un camino fácil”. “La crudeza de la lucha se ha llevado a muchas compañeras y compañeros para siempre. Otros están sufriendo la cárcel o el exilio”, indica para expresarles su “reconocimiento y más sentido homenaje”.
Además, subraya que, “en adelante, el camino tampoco será fácil”. “Ante la imposición que aún perdura, cada paso, cada logro, será
fruto del esfuerzo y de la lucha de la ciudadanía vasca. A lo largo de estos años Euskal Herria ha acumulado la experiencia y fuerza necesaria para afrontar este camino y tiene también la determinación para hacerlo”, asegura.
PROCESO DE DIÁLOGO
A su juicio, “es tiempo de mirar al futuro con esperanza, es tiempo también de actuar con responsabilidad y valentía”. Por ello, señala que ha decidido “el cese definitivo de su actividad armada”, y hace un llamamiento a los Gobiernos de España y Francia para abrir “un proceso de diálogo directo que tenga por objeto la resolución de las consecuencias del conflicto y, así, la superación de la confrontación armada”.
ETA señala que se trata de “una declaración histórica” que “muestra su compromiso claro, firme y definitivo”. Por último, insta a la sociedad vasca a que “se implique en este proceso de soluciones hasta construir un escenario de paz y libertad”.