Una operación conjunta entre la Guardia Civil española y la Guardia Nacional Republicana (GNR) de Portugal resultó en la incautación de una narcolancha en el río Guadiana. La embarcación, de 12 metros de eslora y equipada con cuatro motores de 300 caballos de fuerza, transportaba un cargamento de aproximadamente 3.500 kilos de hachís distribuidos en 127 fardos.
Además del cargamento de droga, la narcolancha también llevaba a bordo 15 garrafas de combustible, lo que indica que estaba preparada para viajes de larga distancia. Las fuerzas de seguridad interceptaron la lancha en una operación conjunta, evidenciando la coordinación transfronteriza en la lucha contra el narcotráfico entre España y Portugal.
Sin embargo, los tripulantes de la lancha lograron huir antes de que los agentes pudieran detenerlos, escapando ya en territorio español. A pesar de no lograr arrestar a los involucrados, la operación permitió incautar una importante cantidad de droga y reforzó los esfuerzos conjuntos para combatir el narcotráfico.