El momento ha llegado y la La Hermandad de la Cruz de la Calle Tejada de Escacena del Campo ha vivido su día grande con la procesión de la Santa Cruz por las calles de la localidad.
Sentimientos a flor de piel y una herencia que ha ido pasando de generación en generación.
Y que en definitiva ha ido gestando un sentimiento crucero que aflora en cada fiesta pensando siempre en el legado que han dibujado nuestros mayores.
Sonrisas y miradas que paso a paso iban fraguando todos y cada uno de los preparativos hasta por fin poder vivir este día soñado.
Una procesión acompañada por la multitud y donde el pueblo de Escacena una vez más se ha echado a la calle.
Una tradición que sabe recrearse cada mes de julio y que cuenta las horas en el reloj y los días en el calendario para sumergirse en una marea de vivas, de piropos y de miradas que se funden con la Santa Cruz de la Calle Tejada. Tradiciones que en el Condado conforman un sello de identidad y un legado de valor incalculable.