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El PP exigirá soluciones a los problemas de los vecinos del barrio onubense de El Torrejón

El Partido Popular exigirá en el Parlamento andaluz a la Junta de Andalucía una “solución urgente” a los “numerosos y graves problemas” que siguen padeciendo los vecinos de El Torrejón con sus viviendas, cuyas obras de rehabilitación continúan paradas y, las ya concluidas, acumulan múltiples “desperfectos y chapuzas”, con casas llenas de humedades y que se siguen mojando cuando llueve.

Así lo ha indicado el presidente del PP de Huelva y portavoz adjunto del Grupo Popular en el Parlamento andaluz, Manuel Andrés González, que ha visitado varias viviendas de El Torrejón, junto al portavoz del Grupo Municipal en el Ayuntamiento, Ángel Sánchez, la parlamentaria andaluza, Carmen Céspedes, y la viceportavoz del PP en el Ayuntamiento, Berta Centeno.

In situ, González ha anunciado que llevará este mismo mes de julio, antes de que se interrumpa el periodo parlamentario, una iniciativa para que la Junta responda por la situación “indigna” a la que está condenando a los vecinos y vecinas de El Torrejón tras el “abandono absoluto de unas obras anunciadas en 2006 y que debían haber concluido en 2009. González ha mostrado su “indignación” por el absoluto abandono que siguen sufriendo las obras de rehabilitación de las viviendas, ya que muchas de ellas están aún sin empezar, otras están abandonadas a mitad de trabajo y aquellas que la Junta ya da por culminadas están llenas de desperfectos.

El PP, ha subrayado Manuel Andrés González, “una vez más, exige soluciones inmediatas para las familias afectadas, que se retomen las obras, que se solucionen de manera inmediata los graves problemas generados por este despropósito ya que los vecinos del Torrejón “no pueden esperar más”. El popular, asimismo, ha señalado que esta barriada es “el ejemplo máximo del desgobierno de la Junta y del Ayuntamiento socialista en la ciudad”.

El PP, además, presentará otra iniciativa en el Ayuntamiento de Huelva para que la Junta, de manera urgente, ponga solución a esta “lamentable situación”, ya que los vecinos siguen sin saber nada desde que en julio y en septiembre de 2015 el Gobierno andaluz volviera a vender unos avances en el proyecto “que nunca terminan de llegar”.

González, acompañado de Sánchez, ha exigido al alcalde de la ciudad, Gabriel Cruz, “que se ponga al lado de los vecinos de El Torrejón y luche para que la Junta ponga fin de una vez por todas a tantos años de calvario para los vecinos”, ya que la única realidad es que estas personas “siguen sufriendo la ineficacia de una Administración que los tiene olvidados”.

“Reclamamos a Cruz que, como buen conocedor del proyecto como antiguo delegado de Vivienda de la Junta de Andalucía, visite la zona y compruebe por él mismo el estado en el que siguen estando las viviendas” y que “tome en serio a los cientos de vecinos de El Torrejón que lo están pasando mal por culpa de su ineficacia”.

En este sentido, ha señalado que el alcalde “ha abandonado El Torrejón tras mentirle al barrio”, ya que al gravísimo problema de las viviendas se une el “total abandono del mantenimiento de la barriada”, y ha invitado al alcalde y al consejero de Fomento “a abandonar las fotos preparadas y a subir escaleras y a entrar en los pisos que tienen los techos negros de humedades y agrietados, porque esa es la ciudad que el PSOE no quiere enseñar”.

Tras anunciar una inversión de más de 60 millones de euros, la Junta de Andalucía emprendió en 2006 la rehabilitación de la barriada del Torrejón de la capital onubense, una operación destinada a modernizar las 1.496 viviendas y espacios comunes de esta zona del Distrito V de la ciudad.

Esas obras tendrían que haber terminado en 2009, pero a día de hoy las obras tan sólo se han concluido en unas pocas viviendas, y su paralización ha dejado el barrio en un estado lamentable e inseguro, con casas en las que entra agua cuando llueve, zanjas que se han quedado abiertas sin protección, cables peligrosos, humedades, tablones cubriendo fosas a la entrada de los portales, aceras destrozadas o calles hundidas por el paso de camiones.