Escacena rebosó devoción nazarena con la celebración del IV Vía Crucis Nazareno del Condado. Una tarde espléndida en la que acompañó todo, hasta el tiempo. Como protagonista, Nuestro Padre Jesús Nazareno de Escacena, que recorrió las calles de su municipio en un año especial, por la celebración del 75 aniversario.
Misma efeméride la que conmemorará el año que viene el Nazareno que coge el testigo, el de Beas. Popularmente conocido como el Señor de Clarines, la hermandad beasina fue una de las 15 que participaron en este acto litúrgico.
El pueblo de Escacena respondió, y de qué manera, acompañando a su Nazareno en todo el recorrido. Pero no sólo los escaceneros disfrutaron de este acto cofrade, sino que fueron muchos los que, venidos de diferentes puntos de la provincia, se acercaron a la localidad condal, a respirar los aromas propios de una época, donde el azahar y el incienso ponen el toque particular.