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El incendio de Doñana ha afectado las instalaciones del Arenosillo

El Secretario de Estado de Defensa, Agustín Conde, visitó este lunes las instalaciones que el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) tiene en el Centro de Experimentación de ‘El Arenosillo’ (CEDEA) en Huelva, para conocer de primera mano los desperfectos sufridos tras el incendio en la zona del pasado fin de semana y las acciones que se están llevando a cabo para recuperar la operatividad del centro a la mayor brevedad posible.

El incendio, que también afectó al parque natural de Doñana, ocasionó diversos daños en la valla perimetral, los medios de vigilancia, las conducciones de electricidad y destruyó varios vehículos, mientras que los edificios apenas presentaron desperfectos significativos.

Agustín Conde pudo comprobar cómo el INTA ya ha comenzado las tareas de limpieza y calibrado de los sistemas –ya que la exposición al polvo, la ceniza y el sobrecalentamiento puede afectar de diversas maneras a sus componentes– para evaluar el alcance de los daños sufridos en las instalaciones del CEDEA, cuya valoración exacta no podrá efectuarse hasta que concluyan estos trabajos.

El Centro de Experimentación de ‘El Arenosillo’ es el principal campo de pruebas instrumentado para experimentación de vehículos aeroespaciales del Ministerio de Defensa.

El Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial, dentro del área de operaciones del CEDEA, es responsable de la preparación, seguimiento, control, registro y evaluación del lanzamiento de cohetes y otros sistemas aéreos, de investigación científica y tecnológica así como del Laboratorio de Estudios Atmosféricos. Actualmente mantiene acuerdos de colaboración con otros organismos nacionales e internacionales de investigación en este ámbito.

La teledetección hiperespectral aeroportada, en la que el INTA es centro de referencia a nivel europeo, no es una herramienta eficiente en tareas de vigilancia o extinción, pero aporta sus sensores especializados para estudios sobre severidad del fuego, grado de afectación en las superficies quemadas, y, posteriormente, regeneración de la vegetación. Todo ello con datos con mayor resolución espacial y espectral que los que se ofrecen actualmente desde satélite (como se ve en la foto).

El pasado jueves 29, el INTA realizó una campaña de vuelo sobre la zona quemada, con sus sensores AHS y CASI. De esta campaña ha salido un valioso conjunto de datos para futuros estudios de I+D; estudios que, esperan, “ayudarán a mitigar los efectos de este desastre y ayudar en la comprensión de los incendios forestales”, han señalado desde la institución.