El Representante del Defensor del Pueblo ha llegado a Almonte. Una figura recogida en nuestra Constitución, que se convierte en un intermediario entre las administraciones y el ciudadano, para hacer llegar, de una manera más directa, las quejas de la ciudadanía cuando consideran que uno de sus derechos se ha visto perjudicado.
Para amparar estos derechos y defenderlos, el Defensor del Pueblo atiende a los ciudadanos todos los días del año en su sede principal, instalada en la capital andaluza, además de por medios telématicos. Sin embargo, desde hace unos años, la institución del Defensor del Pueblo se traslada a las diferentes provincias andaluzas para escuchar a los agentes sociales de primera mano y así lo ha hecho en esta ocasión en el Condado.
Una institución que se convierte en una herramienta de altavoz para la ciudadanía ante las administraciones y que hace valer los derechos de los ciudadanos y que durante dos días se sitúa en el Centro María Zambrano almonteño para atender las peticiones de los habitantes de toda la Comarca.