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El consumo de gasoil y gasolina desciende un 40% en los dos últimos años en la provincia

El consumo del gasoil y de la gasolina ha descendido alrededor de un 40 por ciento en los dos últimos años en las 104 gasolineras de la provincia de Huelva.

Un descenso que el presidente de la Asociación de Gasolineras en Huelva, Alfonso Garrido, achaca a la situación de crisis actual pues aunque la población siga circulando en sus vehículos particulares, que también ha descendido este número, ‘una gran cantidad de empresas de transportes y de la construcción han cerrado, han sido castigados por esta crisis y esos litros no se consumen’.

Así, Garrido ha manifestado que desde que comenzó la crisis ha cerrado en la provincia una decena de establecimientos y no se ha abierto ninguno, frente a los 500 que se han cerrado en España, por lo que obviamente este sector ‘también se ha visto afectado por la crisis’ y aunque han efectuado recortes en el personal, ‘se ha mantenido el empleo’.

Para abrir una gasolinera, según ha detallado, es necesario el contrato de tres personas para mantenerla en funcionamiento continuo durante 16 horas. A su vez, reconoce que, aunque se ha mantenido el empleo, muchas gasolineras realizan la práctica del autoservicio y entiende que ‘se esté dando peor servicio, pero si no, no salen los números’.

A su vez, se ha referido al consumo del gasoil B, dedicado exclusivamente al sector agrícola y que ha aumentado su consumo en otras provincias, y ha asegurado que en la de Huelva ‘ha ocurrido todo lo contrario, ha bajado’.

Al respecto, Alfonso Garrido ha insistido en que este consumo –que se suministra a través de una tarjeta que certifica la pertenencia el gremio agrícola– para cualquier cliente ‘está prohibido y penado por la ley’, ya que su precio es inferior al no soportar los impuestos que pesan sobre los otros carburantes.

COMPETENCIA DESLEAL

Por otro lado, ha hecho hincapié en la competencia desleal que ejercen sobre las gasolineras los establecimientos ‘low cost’ que, a su juicio, son ‘gasolineras fantasmas’, así como las cooperativas.
Respecto a estas últimas, ha indicado que en las mismas pueden repostar todo tipo de carburantes y todo tipo de consumidores –sean o no cooperativistas– pero ‘siempre que cumplan los mismos requisitos técnicos, administrativos, industriales, de seguridad y medioambientales que se nos exigen a nosotros’, a lo que ha añadido que ‘ahí radica el problema, en que no los cumplen”