Desde hace dos años, Valverde imprime un color especial a su paleta cultural, festiva y tradicional, durante el mes de mayo, con la Santa Cruz del Barrio. Una cruz perteneciente a la Hermandad local de la Borriquita.
Son los jóvenes del lugar, los artífices del crecimiento del santo madero, más si cabe, teniendo en cuenta la idiosincracia valverdeña, enclavada en el propio Barrio Viejo.
Para Ricardo Sánchez, Presidente de la Hermandad, la jornada de ayer, que comenzaba en la iglesia Parroquial, “fue un cúmulo de emociones y sentimientos que sólo puede llegar a conocer el verdadero crucero local”.
La misa familiar y distendida del joven párroco local, preludió el encuentro del santo madero con el Convento de la Hermanas de la Cruz, partiendo desde ahí, hasta la Casa Consistorial, y posterior entrada en la Iglesia.
Porque hablar de Valverde en Mayo, también es acercarse al panorama crucero.