La piscina de Bollullos permanecerá cerrada, al menos hasta el 1 de agosto. El Ayuntamiento va a aprovechar durante estos dos meses de menor afluencia para acometer obras que mejoren la eficiencia energética de la instalación.
Unas obras que han comenzado antes de lo previsto ya que la decisión se tomó el pasado jueves y ya hoy se han comenzado con el vaciado de la piscina, para iniciar mañana la ejecución de las obras.
En concreto se va a realizar un recrecimiento de la base para dejar toda la piscina a una altura de 1,40 metros. De esta manera, además de posibilitar el uso de la totalidad de la piscina para cursos de natación, se reducirá la cantidad de agua a calentar. Agua que permanecía en la zona fuera de uso pero que era necesario calentar para mantener la piscina en la temperatura óptima.
Asimismo, la piscina pequeña, hasta ahora en desuso, se va a recrecer hasta los 80 centímetros de manera que pueda destinarse a cursos de natación a los más pequeños.
Por otro lado, también se va a colocar un sistema para contrarrestar la humedad permanente y se van a pintar toda la instalación. Se trata de obras de mantenimiento, por un lado necesarias y que por otro, van a permitir un mayor ahorro energético.
Con esta reforma, la instalación de la piscina municipal alcanzará su máxima eficiencia energética, tras la anterior intervención en la que se cambió la cubierta y se colocaron placas fotovoltaicas para mantener el calor del agua. De esta manera, el gasto inicial de 180.000 euros al año en gas, se consiguió reducir hasta unos 70.000 euros al año.
Tras la intervención que ahora va a comenzar, el gasto volverá a reducirse rondando los 40.000 euros, el mínimo que puede conseguirse en una infraestructura de este tipo.
Una vez se realicen las mejoras, el Ayuntamiento sacará a licitación pública la infraestructura a la que podrán optar para su explotación las diferentes empresas del municipio, si bien el Ayuntamiento no descarta continuar con su gestión.