Cuarto pleno del mes de noviembre en el ayuntamiento de Almonte. Ayer tuvo lugar una nueva sesión extraordinaria. En esta ocasión, no fueron asuntos especialmente polémicos. Con la abstención de Izquierda Unida y Mesa de Convergencia, el equipo de gobierno sacó adelante una modificación presupuestaria que tiene como fin limpiar la contabilidad. El portavoz socialista, Antonio Joaquín Díaz, ha explicado que la operación ha sido posible gracias a la negociación de una operación financiera con una entidad bancaria, “a la que el gobierno del PP dejó de pagar en 2013”. La negociación, según ha señalado, “ha permitido un gran ahorro al consistorio y que ese dinero se pueda utilizar para limpiar la contabilidad municipal”.
Desde Mesa de Convergencia “hay poco que decir”. Han explicado que “lo que se va a hacer no es más que lo que se establece en la ley”. Izquierda Unida, por su parte, ha explicado que “no ha votado en contra porque no quieren ser un bloqueo para la gestión municipal”. Eso sí, siguen insistiendo en que “no pueden apoyar al gobierno si no se les da la información que solicitan”.
El segundo punto del orden del día hacía referencia a un convenio firmado por el Partido Popular durante sus años de gobierno. Este acuerdo recogía la instalación de máquinas que facilitarían las gestiones diarias de los ciudadanos en el consistorio. Antonio Joaquín Díaz ha explicado que esos aparatos “nunca se han encendido, nunca se han utilizado y ha tenido un coste de más de 100.000 euros”. Desde el PP, se ha considerado que “acabar con este acuerdo sería un apoyo a lo privado sobre lo público”.
Finalmente, los dos puntos fueron aprobados.