La pasión por la enseñanza y por la Virgen del Rocío hizo que sus vidas se unieran para siempre en el lugar donde siempre han querido volver, Paterna.
Maestros por vocación y por pasión, donde la enseñanza ha ocupado el lugar más importante de sus corazones, enmarcados en una “lección de vida”.
Por todo ello, el municipio de Paterna ha querido tenerlos presentes y homenajearlos, “Por su entrega y dedicación”, ofreciendo siempre la mejor de las sonrisas a cada niño, joven y mayor, además de mantener viva la pasión del rociero y el patrimonio vivo de la Hermandad.