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CSIF exige rectificación de la nueva estructura de Enfermería en el Infanta Elena

El área de Sanidad del sindicato CSIF ha exigido hoy una rectificación de la nueva organización propuesta por la Dirección de Enfermería del Hospital Infanta Elena, al considerarla injusta e innecesaria y por afectar de forma directa a los trabajadores; por lo que se solicita a la dirección hospitalaria que se conserve la figura del Supervisor de Enfermería en dicho centro, para no mermar la calidad en el servicio al usuario, entre otras cuestiones.

En este sentido, como representante de los trabajadores del hospital Infanta Elena de Huelva, desde el sindicato se apoyan las reivindicaciones del personal de enfermería de las consultas externas. Estas reivindicaciones son fruto de la objetividad y del buen hacer de estos profesionales, viniendo avaladas por mas de 30 años de trabajo duro y constante. La profesionalidad de estos trabajadores es indudable.

Cabe recordar que, durante todos estos años la existencia de la figura de la supervisión o coordinación ha sido imprescindible para el buen funcionamiento y desarrollo de las consultas externas debido al conocimiento exhaustivo de la dinámica de trabajo diario; la optimización de los recursos materiales y humanos, mediante la realización de los pedidos de las distintas consultas, el reciclaje de los profesionales en todas las áreas de trabajo, para poder cubrir todas las eventualidades, ya que prácticamente se autoabastecen en la cobertura de los descansos del personal; o por la gestión adecuada de las citaciones de todos los facultativos consiguiendo hacer frente a todas las necesidades y modificaciones.

A juicio de CSIF, la nueva organización propuesta por la Dirección de Enfermería en primer lugar “rompería drásticamente la funcionalidad del servicio, y no ha sido consensuada con los profesionales, ya que estos han manifestado su malestar en reiteradas ocasiones. No entendemos la necesidad del cambio, ni en que premisas de calidad están basadas, obviamente es necesario modificar la organización de aquellos servicios que no funcionan en términos de eficiencia, pero este no es el caso”, asegura César Cercadillo, responsable de Sanidad del sindicato.

También se ha comentado por parte de la Dirección que uno de los motivos (el fundamental) “es que en el Hospital Juan Ramón Jiménez esta establecida esta nueva organización, no encontrando que este motivo justifique el cambio, porque cada hospital tiene unas particularidades distintas y sobretodo porque si las cosas funcionan y además funcionan bien, es absurdo e innecesario el cambio”.

Desde el sindicato entendemos que “el objetivo debe ser dar una atención de calidad y actualmente se esta prestando”. Por otra parte la nueva organización supondría muchos problemas importantes, como cargar de trabajo extra a los supervisores de las distintas unidades, que además no conocen las características de las dinámicas de trabajo. Por lo que no podrían rentabilizar los recursos. No se van a repartir todas las consultas, por lo que los criterios de actuación serían distintos. Es decir, actualmente una persona organiza y conoce el trabajo, con el cambio habrá 4 o 5 personas distintas, realizando lo mismo, sin conexión, por lo que no se podrá tener una unidad de trabajo común, ni se podrán optimizar los recursos humanos.

Al mismo tiempo, se cree que se creará un gran malestar entre los profesionales, por las consecuencias de este cambio organizativo, y porque no se ha tenido en cuenta sus opiniones. Asimismo, afectaría profundamente a los usuarios del sistema porque se mermaría la atención y la calidad que se les presta. “Todos sabemos que el fin de nuestro trabajo y de nuestra labor como sanitarios es proporcionar al usuario de la sanidad una atención personalizada y completa, que no se puede ver afectada por cambios organizativos de este tipo. Nuestra obligación es ser garantes de esta atención”, añade Cercadillo en el escrito presentado a la dirección hospitalaria.

Por todo lo expuesto, desde el sindicato se solicita de la Dirección Gerencia su intervención en este problema y tal como ha manifestado en varias ocasiones su predisposición a contar con la opinión de los profesionales antes de realizar cambios; que se reúna con el personal, escuche sus reivindicaciones y se posicione a favor de mantener la figura de la supervisora, porque es justo, necesario e imprescindible para que el servicio, siga prestando la atención de calidad de los últimos 30 años.