COAG considera que la campaña fresera será “peor de lo previsto” debido al tiempo y a los costes de producción

La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, COAG Huelva, considera que la campaña de fresa será finalmente “peor de lo previsto”. El adelanto de las recolecciones en otros países como Francia se ha traducido en una menor demanda de la fruta onubense y, por tanto, en un descenso de precios en origen.

Según ha informado COAG en una nota, a esto hay que sumarle el incremento de los costes y la menor producción por planta, ya que el retraso de casi un mes que sufrió el inicio de la campaña debido a las incidencias meteorológicas, la ha acortado considerablemente.

COAG Huelva recuerda que el coste de producción de un kilo de fresa está en torno a los 0,85-0,90 euros, mientras que su cotización actual en los mercados está alrededor de los 0,75 euros, de ahí que “los agricultores estén perdiendo dinero”.

El precio medio de la fresa en destino es prácticamente el mismo que en años anteriores, pero los agricultores tienen que hacer frente a una subida de los costes de producción –plásticos, abonos, fitosanitarios, envases, transporte, gasoil, electricidad, mano de obra, seguridad social– que “cada año hace más difícil la rentabilidad de este cultivo”.

De este modo, los empresarios de la fresa tenían puestas todas las esperanzas en esta campaña para salir a flote, pero la reducción de la producción (han dejado de recolectar en torno a 250 gramos por planta), sin que dicha reducción venga acompañada de un mejor precio, ha provocado que las buenas expectativas se vean finalmente “truncadas”.

En este sentido, el responsable de fresa de COAG Huelva, Eduardo Domínguez, ha comentado que “un año más tenemos que mirar a la próxima campaña y esperar que las circunstancias mejoren para todos los que puedan afrontarla”.

Por lo que respecta a la campaña de frambuesa y arándano, COAG Huelva considera que tampoco ha sido del todo buena, sobre todo la de arándano, un cultivo que sí ha obtenido una buena producción pero que se está vendiendo a un precio “poco rentable, que prácticamente sólo sirve para cubrir los costes”.