La presidenta de la fundación Doñana 21, Cinta Castillo, visitó ayer las instalaciones de Aproindo. Una planta de residuos que aunque en un principio nació para albergar residuos de RCD (residuos de construcción y demolición), ha ido incrementando su negocio y actualmente gestiona todo tipo de residuos no peligrosos.
Castillo, considera impresionante la labor de esta empresa, que cuenta con la distinción de la etiqueta de Doñana 21 y que contribuye a que disfrutemos nuestro entorno sin contaminación.
Trabajan con los residuos no solo de la comarca, porque las instalaciones de esta empresa trabajan para toda la comunidad autónoma y en lo que se refiere a escombros, esta es la planta más grande es España y la cuarta de su tipo en Europa.
Así Aproindo tiene capacidad para recibir y reciclar todo tipo de residuos, desde el plástico que se usa en la agricultura, al cartón, los paragolpes de los coches, vidrios o hierros.
Actividad que según Cristóbal Báñez, gerente de la planta se puede calificar como ‘desarrollo sostenible puro’.
Báñez resaltó, a su vez, la labor que realiza Doñana 21 y la importancia para la empresa de tener la etiqueta de la fundación.
Les ayuda a ponerse en contacto con otras empresas relacionadas con el sector a la vez que con las instituciones, pues la actividad que se lleva a cabo en Aproindo necesita de mucho trabajo y colaboración.
Hacen un gran esfuerzo por mantener la etiqueta pero están totalmente concienciados en que es necesario y les compensa.