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Cierran al marisqueo la desembocadura del Piedras, Punta Umbría, Mazagón, Matalascañas y Doñana por toxinas DSP

La Delegación Territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente ha cerrado al marisqueo las zonas de producción de la desembocadura del Piedras, Punta Umbría, Mazagón, Matalascañas y la zona marítima de Doñana. La decisión se ha tomado después de que los continuos análisis de muestras que realiza el Laboratorio de Control de Calidad de los Recursos Pesqueros de Cartaya hayan detectado la presencia de la toxina DSP.

Según ha informado la administración regional en una nota, la prohibición de captura y comercialización en estas zonas afecta a especies como la almeja chocha, el busano, la cañaílla, la chirla, el longueirón, la navaja-muergo o la clica, así como a la coquina, una vez que finalizaba ayer el periodo de veda establecido para favorecer su ciclo reproductivo y, en consecuencia, su sostenibilidad (del 1 al 31 de marzo y del 20 de abril al 19 de mayo).

La actividad volverá a estar permitida en cuanto los análisis del Laboratorio de Control de Calidad de los Recursos Pesqueros certifiquen que el consumo de bivalvos procedentes de estas aguas no conlleva riesgo alguno para la salud.

El resto del litoral onubense sí permanece abierto después de que el pasado 15 de mayo se abrieran las zonas de producción de Isla Canela y la Barra del Terrón, que habían sido cerradas el 10 de mayo por la presencia de E.coli. En estos dos espacios, por tanto, sí es viable la captura de coquina tras la conclusión del tiempo establecido de veda. Asimismo, también está permitido el marisqueo en las aguas del río Guadiana, las Marismas del Guadiana-Carreras, el río Carreras y las Marismas del Piedras.

Estas medidas se enmarcan dentro del Programa de Control y Seguimiento de las Condiciones Sanitarias en las Zonas de Producción de moluscos bivalvos, gasterópodos y equinodermos del litoral andaluz que realiza la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, dirigido a la protección de la salud pública y a garantizar la calidad sanitaria de los productos pesqueros. Un plan que, entre otras cosas, permite la adopción de medidas preventivas cuando se detectan valores superiores a los establecidos legalmente. Para ello, dispone de un complejo sistema de control sanitario que incluye muestreos tanto del agua como de los moluscos para comprobar si su ingestión es nociva para la salud.

La Junta de Andalucía recuerda también, en este sentido, que el marisqueo sin licencia está prohibido y que las sanciones por este incumplimiento pueden oscilar entre los 301 y los 60.000 euros para las personas que capturen bivalvos sin autorización.