Entre brazos, lágrimas de emoción y mucha alegría recibían los valverdeños ayer a los que ya llaman “sus hermanos” alemanes y franceses. Después de horas de viaje, casi cien visitantes europeos hacían comenzar una semana llena de actividades y con un encuentro que ya cumple 29 años.
Un hermanamiento que comenzó entre ayuntamientos y que hoy es una realidad entre ciudadanos. Los valverdeños han pasado a tener verdaderas familias en pueblos de Alemania, Francia y Polonia, y viceversa, puesto que, tras tantos años, los lazos personales son cada vez más fuertes.
Ahora tienen por delante toda una semana durante la que realizarán senderismo, verán las estrellas de la mano de Signos, visitarán Huelva y su capitalidad gastronómica y las bodegas del Condado, entre otras actividades. Y hasta podrán disfrutar de la segunda edición del Octoberfest como si estuvieran en casa.