Durante el primer trimestre de 2019, Cepsa ha registrado un resultado bruto de explotación ajustado de 468 millones de euros, un 31% superior al del mismo periodo del año anterior, que se situó en 356 millones. El ratio deuda neta/EBITDA se mantuvo en 1,7; ligeramente inferior al del cierre de 2018 (1,8).
El incremento del 31% del resultado bruto de explotación ajustado se ha debido fundamentalmente al buen comportamiento de los negocios de Exploración y Producción (que ha aumentado un 93% respecto al primer trimestre de 2018) y Marketing (que lo ha hecho en un 23%).
El beneficio neto ajustado de Cepsa en este trimestre ha sido 124 millones de euros, mientras que en este mismo periodo de 2018 fue de 165 millones. Este descenso se ha debido a la alta depreciación en el negocio de Exploración y Producción relacionada con los campos de Sarb y Umm Lulu, la baja producción de refino como resultado de la parada programada en la Refinería de Gibraltar-San Roque, y menor producción y márgenes en el negocio de Química, especialmente en la línea de negocio de fenol y
acetona.
Aplicando las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) y calculando la variación de inventarios a coste medio unitario, el resultado neto acumulado del
periodo se sitúa en 151 millones de euros, comparado con 189 millones en 2018.
Las inversiones durante este periodo han ascendido a 208 millones de euros y el flujo de caja libre fue de 95 millones de euros (tras descontar el pago de impuestos e
inversiones).
Durante el primer trimestre de 2019, el precio del crudo Brent se situó en una cotización media de 63,2 dólares/barril, un 5% inferior a los 66,8 del primer trimestre
de 2018.
En materia de seguridad, el ratio accidentes con baja por cada millón de horas trabajadas (LWIF, por sus siglas en inglés), ha sido de 1,12, situando a Cepsa en el segundo cuartil durante los últimos 12 meses comparado con la referencia de Concawe, la principal asociación europea de la industria del refino. En cuanto a las emisiones de gases efecto invernadero, los niveles de CO2 por tonelada producida se han mantenido en niveles similares a los del año 2018.