El Real del Rocío se ha convertido en una pista de carreras durante la tarde de ayer con motivo de las carreras de cintas. Una actividad tradicional que ha congregado a una gran cantidad de aficionados al caballo, entre participantes y asistentes. Y es que si el Rocío se caracteriza por algo es por ser la aldea internacional del caballo.
Esta prueba, que ya lleva muchos años realizándose en la aldea, también ha tenido lugar en Almonte y en Matalascañas; lo que demuestra la importancia que desde el ayuntamiento se le da a preservar la tradición. Tanto es así, que se intenta potenciar entre los más pequeños para que este atractivo perdure entre los almonteños.
Al final el ganador fue Javier Martín, el mejor en demostrar concentración, control del caballo y puntería, armas básicas en esta disciplina deportiva.