Efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos y de la Policía Nacional, así como agentes de Medio Ambiente, participan en un curso de formación teóricopráctica en técnicas de soporte vital básico y reanimación cardiopulmonar, con el objetivo de reforzar la activación de la cadena de supervivencia en caso de emergencia mientras llegan los servicios sanitarios, sobre todo cuando se encuentran realizando alguna actividad en aquellas áreas que cuentan con una menor accesibilidad.
El curso, que está teniendo lugar en el salón de actos del Hospital Infanta Elena, se encuadra dentro del programa de colaboración que mantiene el centro hospitalario con el Consorcio Provincial durante los últimos años, y que ha permitido la formación en estas técnicas de más de un centenar de efectivos, tanto del cuerpo de bomberos como de la Policía Nacional, a cargo de profesionales especializados en estas técnicas y con un carácter fundamentalmente práctico, teniendo en cuenta que en muchas ocasiones son los primeros en llegar al lugar de un siniestro o encontrarse ante una emergencia.
El programa de colaboración que han venido manteniendo ambas instituciones durante los últimos años, ha facilitado además la formación de personal sanitario en técnicas de extinción de incendios por parte del Consorcio de Bomberos, además de ofrecer asesoramiento para la elaboración del Plan de Emergencias y la realización de prácticas de evacuación y simulacros de incendios parciales en el hospital.
Se trata de una línea de trabajo que pretende incidir directa-mente en la calidad de vida de la población y que coincide con la estrategia de la institución sanitaria de favorecer la formación en primeros auxilios de todos aquellos profesionales que desarrollan su trabajo directamente con la población y que pueden ofrecer, en un momento de emergencia, un apoyo básico para la atención sanitaria mientras llegan los efectivos adecuados, evitando así un daño irreparable en el paciente.
Los elementos que se consideran esenciales para una correcta atención a las situaciones de emergencia vital constituyen lo que se denomina la cadena de supervivencia, en la que todas las actuaciones a realizar están perfectamente secuenciadas y resultan imprescindibles para mantener las funciones básicas, aumentando así la supervivencia del paciente y garantizando la llegada de suficiente oxígeno al cerebro, con lo que se reduce la posibilidad de provocar discapacidad y la mortalidad por enfermedad cardiovascular.
La parada cardiorrespiratoria supone una amenaza vital inmediata y puede aparecer de forma súbita en personas con un estado de salud previo aceptable, como consecuencia de un ataque cardíaco, un accidente u otras situaciones de riesgo. El taller de reanimación cardiopulmonar, que han recibido los efectivos de bomberos y policiales, incluye formación sobre las técnicas de reanimación más sencillas, que comprenden las maniobras de sustitución de las funciones cardíaca y respiratoria que pueden llevarse a cabo sin necesidad de ningún instrumental, pero que resultan fundamentales para la supervivencia del paciente, que debe recibir atención en los primeros 5 minutos.
Los profesionales han valorado muy positivamente la sesión formativa, sobre todo en los aspectos más prácticos, ya que puede darse la posibilidad de que tengan que enfrentarse a situaciones parecidas en el desempeño de su trabajo en zonas que presentan una menor accesibilidad y en las que la llegada de efectivos adecuados puede presentar una mayor complicación.
Por parte de la administración sanitaria, la ventaja de contar con profesionales formados en este tipo de técnicas implica que pueden prestar una atención más eficaz a los pacientes mientras se desplazan los efectivos de emergencias, favoreciendo que los ciudadanos cuenten con unas mejores condiciones para su recuperación final y suponiendo en muchos casos la posibilidad de seguir con vida a pesar de haber sufrido una situación tan comprometida.