Asaja denuncia el monopolio de comercializadoras de cítricos en grandes superficies de la provincia de Huelva

Para Asaja-Huelva, la aparición de esta prácticas comerciales, que persiguen la obtención de márgenes comerciales excesivos y anormales, o la venta a perdida, conocida como ‘dumping’, son el resultado de los cambios producidos en los canales de comercialización y distribución, en el que cada vez más se acentúa la colaboración entre estas partes, con el fin de obtener mayores beneficios a costa del productor y del consumidor final.

Además, se da la circunstancia de que no hay en España un criterio claro que establezca cuándo una práctica comercial es efectivamente abusiva, o que verdaderamente castigue actuaciones como la venta a pérdidas o dumping.

En Huelva, desde que las grandes comercializadoras se instalaron, y más recientemente, desde que se han hecho con almacenes de concentración de fruta o centrales hortofrutícolas, esta práctica se está convirtiendo en una constante que está dando al traste con el poco beneficio que los citricultores de la zona podrían obtener en cada campaña.

Es evidente que se trata de una práctica monopolística que debe impedirse, por el bien de un sector que siempre ha negociado sus precios con libertad, y no al pairo de lo que impongan ciertas empresas comercializadoras que se han hecho dueñas y señoras en este país, estableciendo su propio impuesto revolucionario por ser al final la que tiene acuerdos privilegiados con las cadenas de supermercados o grandes superficies tipo ‘discount’.

Asaja-Huelva exige a la administración una legislación acorde a la realidad comercial del país, que acabe de una vez por todas con el dominio monopolístico de las comercializadoras, que impida la venta a pérdidas y ‘castigue a quienes usen su poder para imponerla, que garantice que los precios cubran, al menos, en las épocas de saturación del mercado o circunstancias similares, los costes de producción y que, en definitiva, haya un contrato oficial y homologado entre la parte productora y la comercial que fije criterios como el precio, la calidad, el plazo de recolección y de pagos, y que resulte vinculante para las ayudas procedentes de la UE a las industrias agroalimentarias, etc’.

Se exige también que ‘de una vez por todas se dote de transparencia a la cadena comercial, de forma que el consumidor conozca en todo momento las peculiaridades del producto que está adquiriendo, así como la trazabilidad económica del mismo’.

‘Tenemos que recordar que el sector agrario sostiene a miles de familias en Huelva y que la perdurabilidad en el tiempo en fundamental para la recuperación económica de nuestra provincia’.

Asaja-Huelva se compromete con el sector agrario de la provincia a detectar y perseguir este tipo de acciones, con el objetivo, no solo de la defensa de los intereses de sus asociados, sino de los propios consumidores, que en definitiva ‘somos todos’.

Al mismo tiempo, desde Asaja-Huelva se quiere poner en evidencia el pasotismo de la propia administración, que se vuelca en agasajos con este tipo de empresas cuando se instalan, pero que posteriormente no les exige un leal cumplimiento del comercio para el sostenimiento del sector, al igual que ocurre con alguna asociación vinculada al sector, la cual se reduce sus apariciones a las inauguraciones de ferias o jornadas.