El Hospital Infanta Elena acaba de iniciar una nueva y ambiciosa obra destinada a ampliar y mejorar las instalaciones del Laboratorio de Análisis Clínico, Microbiología y Biología Molecular del centro, con el fin de seguir creciendo en el desarrollo de nuevas prestaciones del área. Esta nueva inversión hará posible la incorporación con garantías de nuevos equipos que ayudarán a potenciar la capacidad diagnóstica del centro y, por tanto, la calidad asistencial que se presta a los ciudadanos.
Esta nueva actuación, que cuenta con una inversión de 624.000 euros, permitirá construir un nuevo edificio de dos alturas, que estará anexo al área de Laboratorio en el espacio ubicado en el primer piso y al área de descarga de mercancías en la planta baja. Estas obras permitirán unificar en una sola planta las instalaciones del
Laboratorio, que actualmente se encuentra dividido en dos espacios cercanos pero inconexos, mejorando infraestructuras y aportando alrededor de 300 metros cuadrados más a este servicio.
Al tratarse de una construcción anexa al edificio principal, puede realizarse casi en su totalidad desde el exterior, evitando la ejecución de las obras en el área del laboratorio actual, eliminando así las interferencias y las molestias generadas por este tipo de actuaciones. De esta forma, el nuevo proyecto no afectará al ritmo de funcionamiento diario del Servicio ni del centro hospitalario en general, ya que el desempeño del Laboratorio resulta fundamental.
Esta obra permitirá completar el programa funcional del Laboratorio, mediante la creación y ampliación de salas, despachos, zonas de trabajo y áreas de especialidades (serología y siembra). Las nuevas instalaciones, más diáfanas y sin espacios perdidos, contarán con una nueva estructura, más fuerte y segura para soportar el peso de los grandes equipos que necesita esta área diagnóstica.
Una vez finalicen las obras, que tienen un plazo de ejecución de varios meses, se espera que se renueven también gran parte de los equipos utilizados en el mismo, generando así unas mejoras significativas para el avance del centro hospitalario, sobre todo en el ámbito de la biología molecular, que será la que experimente un mayor crecimiento y aumento de las prestaciones.
Las nuevas instalaciones serán más eficientes también energéticamente, estarán actualizadas para el cumplimiento normativo, contarán con mayor facilidad de conexión y con mejores medidas de evacuación contra incendios. Su diseño se ha ajustado a la imagen general del centro y el perímetro acristalado del exterior de la nueva pieza construida permitirá contar además con espacios debidamente iluminados y muy ventilados, mejorando así la seguridad de pacientes y profesionales.
La unidad de las dos zonas con las que cuenta en la actualidad el Laboratorio también va a suponer un aumento de la seguridad de los pacientes al evitar traslados de muestras y facilitará una mejor reorganización de los flujos de trabajo, al establecer espacios diáfanos que mejoran la comunicación y colaboración entre profesionales.
Por su parte, el espacio liberado tras la unión de ambos laboratorios supondrá también una ampliación de los espacios disponibles en el área de consulta, que se destinarán a nuevos usos asistenciales y que mejorarán la comodidad y confort de pacientes y trabajadores.
Esta iniciativa supone un paso más en la propia evolución del Servicio de Análisis Clínico, muy implicado en la puesta en marcha en los últimos años de nuevas prestaciones y programas asistenciales dentro de su cartera de servicios. Un compromiso con la innovación que se ha traducido en un aumento muy importante de la capacidad diagnóstica del centro en este ámbito, así como en la participación creciente de sus profesionales en proyectos de investigación pioneros a nivel nacional, como el estudio para el cribado de la hipercolesterolemia familiar, entre muchos otros.
En este sentido, el Servicio ha incorporado nuevas pruebas como la determinación de infecciones de transmisión sexual y la detección de resistencia, entre otros, a eritromicina de Mycoplasma genitalum, al virus del papiloma humano, a encefalitis víricas y del virus Western Nile, todas ellas mediante PCR. También ha puesto en marcha, junto con el servicio de Farmacia, la monitorización de niveles de amikacina y vancomicina con el fin de evitar efectos secundarios en los pacientes y ha introducido las pruebas de alergia alimentaria y respiratoria más habitual, así como estudios de autoinmunidad.
El desarrollo de este programa de mejora se enmarca en las actuaciones que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) viene llevando a cabo en el Hospital Infanta Elena en los últimos años, que han estado destinados a la modernización de las instalaciones, permitiendo mejorar la calidad asistencial y contar con espacios más confortables para todos.